El carpintero negro de la foto está ahí, en lo suyo, con toda la tranquilidad que uno puede sentir cuando se tiene el privilegio de vivir como él, en La Patagonia. Llena el silencio con su golpeteo constante, ajeno al sonido apenas perceptible de la cámara: ese clic que, en este entorno, en estas circunstancias, sí califica como «ruido».
El lugar, por cierto, es el parque Estancia Bahía Esperanza, a veinte minutos de Puerto Natales, Región de Magallanes. Un nombre que los observadores y fotógrafos de aves, si no lo conocen ya, debieran anotar: es hogar de más de 40 especies, entre las que se cuentan caiquenes, cóndores, tucúqueres, cisnes de cuello negro y coscoroba, áquilas mora, traros, cachañas, churretes, pidenes, becacinas, huairavos, rayaditos… que los aficionados pueden encontrar mientras se mueven libremente, como aves, por los senderos autoguiados (más información, www.estanciabahiaesperanza.com).